Adios (Goodbye My Lover)



Según Google…  En el mundo hay alrededor de 3,330,201,077 mujeres…   Y siempre me enamorado de las más extravagantes en su formas de ser.   Esas chicas tan diferentes entre sí, pero, que han tenido un no sé que con el cual  me han cautivado.  Cada una me ha impactado  de diferentes formas y magnitudes.
Una de ellas,  “La imposible” fue una de las que más impacto me ha dejado. En su momento fue una madre,  una compañera, la amiga coqueta… 

Represento muchas cosas para mí,  en el tiempo que paso conmigo.
Y  creo qué ella fue una de esas grandes equivocaciones mías”…  Por dejarla ir, claro…  Por haber sido un tonto… No haber sabido enamorarla.
Y por dejarla ir, me quedare con la condena de los recuerdos que tuvimos…  Y el recuerdo del sabor de su boca… Eran almendras… Ella  era el tipo de personas que podía elevar algo cotidiano a algo extraordinario.


Durante el  tiempo que pase con ella, nunca pude entenderla…  A veces solo le pedía una respuesta clara.  Mi ceguera hizo que no entendiera sus respuestas, eran sus miradas no sus palabras.
Todo empezó con un grito de auxilio…  Necesitaba un abrazo y palabras de sabiduría…  Ella me arropo en sus brazos, supo decirme  lo que necesitaba para mantenerme en pie en ese momento de catástrofe personal…  Y me dio amor.   Y con su amor, muy probablemente, salvo mi vida.
                O quizás el amor que me dio fue una muestra cariño  muy fuerte, en cambio, yo lo vi como la unión de nuestras vida.  Cosa que no fue así.
                Cada conversación contigo, cada encuentro contigo, cada vez que te tuve entre  mis brazos para mí era como estar en navidad en casa con la familia, era estar con alguien que te comprendía y se ría de tus chistes,  era no tener que fingir ser alguien para que no vieran tu interior.  Contigo podía ser tan alegre como un niño pequeño lo podía ser.

“En la vida existen dos tragedias,  una es no obtener lo que el corazón desea  y la otra es obtenerlo”.
                Yo pude disfrutar de tu cariño pero sin darme cuenta te perdí… No sé, en qué momento paso,  lo único que se  fue que no pude evitarlo.  Poco a poco,  no pude ver que tu sonrisa de almendras aparecía menos  para mí…   
                Nuestras conversaciones eran interminables, nuestros diálogos eran hermosas sinfonías que se complementaban, cada palabra que ella decía con las palabras que yo decía.  Pero esa magia se perdió y después de ello, cada palabra que decía solo parecía adelantar el desastre final.
              Nunca entendí que el amor tenía prescripción, una fecha de caducidad, nuestros  amigos dicen que fui yo, quien no puso de mi parte… sinceramente lo único que hice fue creer que todo seria infinitud y convergencia.   Cegarme ante la  ilusión,  encontrarte para después perderte.      Hacer que me quisieras pero que me quisieras sin fe.  Convencerme rápidamente de que tú eras la indicada pero no convencerte a ti que yo era el indicado.


Era una tragedia pensar que con mis risas, mis bailes y mis bromas podía darle alegría a mis amigos, pero no a ti.  Fue un horror saber que mis actos te terminaban fastidiando.
Egoístamente quería  que tu mundo empezara y terminara en mí,  quería ser el escalón en el cual te apoyaras, el compañero fiel que te cuidar.
Pero tú nunca quisiste eso, nunca comprendí que tú  querías ser un espíritu libre y volar en libertad, moverte sin atadura.   Para ti, lo que te ofrecía era una atadura.  Y al final gane tu desprecio.
Un día, tan solo sencillamente me dijiste que pasáramos la página y lo olvidáramos todo…
Obvio me negué y quise insistir pero me derrumbaste con una sencilla frase: “Es que no veo futuro contigo…   Realmente no estoy segura contigo”.
Pero no me siento cómoda siendo la novia de alguien. En realidad no me siento cómoda siendo nada de nadie… ¿me entiendes?

Me olvidé de las mujeres que he tenido, de todo mi éxito o de cualquiera de mis virtudes y en ese instante me convertí en el hombre más inseguro y débil del planeta, de tantas cosas inteligentes o en mi defensa que pude decir, solamente pude soltar un.. “Ok” e irme caminando en una noche lluviosa mientras contenía mis lagrimas.

                Me fui en silencio, sin ilusiones con esa lágrima que pronto caería y no cayó con tu “no veo futuro contigo” congelado en el corazón..   Me fui tranquilo, sin rumbo alguno mientras mi corazón se hacía esfuerzos para latir y mi sonrisa se alejaba desvanecía… triste como un payaso… solo camine.
¿Por qué algunos amores no pueden ser para toda la vida?.. 


            Desde ese día opte por lo sano y alejarme de ti, no quise alterar tu paz y fui por mi camino. Solo me dedique a estudiar, hacer ejercicios y mantenerme ocupado para olvidarte, tantas veces me propuse ese propósito.
                Jamás olvidaré que he de olvidarte… y tantas veces lo he intentado… 
Tantas veces… terminé escribiendo sobre ti.
                 Pasaron los días, las semanas, los meses…  Y casi nunca te vi.  Hasta que tu sentimientos de mujer hizo que quisieras ser de mi “amiga” de nuevo. Y tratarme como un hermano.  Después de los que vivimos y lo que sentimos como podíamos ser  hermanos. Sin una pizca de amor, de pasión, de picardía.  Que me quieras como un hermano era  como un golpe de nuevo en el orgullo.   No… No quiero ser tu  hermano ni tu amigo.  Que me regales a tus amigas era inaceptable para mí. 
                Muchas veces quisiste darme tu mano amiga, acércate a mí en plan de amigos,  cada vez que venias sencillamente te rechace, sé que te lastime,  pero amigo tuyo no podía ser… Mi orgullo no me lo permitía.

   Curiosa manía que tienen las mujeres, un día te rompen el corazón para el siguiente querer ser tu amiga…  Sé que es con buena intención, pero, es la peor tortura que le pueden hacer un hombre.
                Aunque cada intento que hiciste para acercarte lo aprecie tanto que dudo que olvide ninguno…
Recuerdo  cada vez que dejabas un chocolate  con una nota en mi mesa, decías: “nunca fue mi intención hacerte daño”,  “Me hace falta conversar contigo”, “Porque no puedes aceptar mi amistad?”.    Aunque siempre simule deshacerme de tus regalos,  disfrute cada chocolate y guarde cada nota.


El tiempo siguió, el mundo siguió caminando y ambos seguimos con nuestras vidas,  pudiste salir antes de la universidad que yo y te felicito.  Ahora te vas porque la vida te dio una oportunidad irrechazable, realmente me alegro por ti aunque signifique que quizás no te vuelva a ver.
Todavía por ti siento un aire de tristeza, de nostalgia, un poco de rabia por ese fracaso nuestro. Pero me contenta saber que te quise tanto y ahora pareces feliz, aunque contigo a ciencia cierta nunca se saben algunas cosas. Te deseo lo mejor…

Y si te tienes que ir, pues, te deseo amor y que jamás camines sola…
Aunque ya sé que no estás sola, ya encontraste alguien con quien si podía estar segura, alguien que podía darte amor sin convertirlo en atadura.
Solo te deseo lo mejor y que sepas que un nunca te olvidare.
Y hoy sé que me dormiré completamente borracho…  Porque he perdido el amor de mi vida… 






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